Centrados en el madridista, podemos ya afirmar por fin que está de vuelta. Rápido en las contras, acertado en sus pases, atinado con el gol….simplificando, ha recuperado la confianza en sí mismo. Quizás nunca lleguemos a ver a ese Balón de Oro que maravilló en Old Trafford (una delicia) y que hacía que toda la marea tifosi se manifestara cada vez que se rumoreaba su venta, pero de continuar varios años con esta versión alegre de su fútbol le bastaría al menos para compensar el precio de su fichaje, tan criticado desde su llegada.
Este Octubre blanco le ha valido a “Il Bambino d’oro” para despejar todos las dudas sobre si era recomendable o no una tercera oportunidad. De manifiesto a quedado que poder realizar la pretemporada completa por primera vez en los últimos años le ha proporcionado mucha confianza tanto física, no hay lesiones de momento, como mental, la mayoría de las que ha tenido parecía más de coco que de otra cosa. Esto, unido a la buena marcha del equipo, le ha devuelto la sonrisa al bueno de Ricky, que tiene ahora como merecido premio la convocatoria con Brasil. Ya se han aprovechado el resto durante mucho tiempo de que el R.Madrid tuviera un Balón de Oro casi inutilizable. Ahora toca disfrutarlo y sacarle brillo de nuevo. Y que los rivales lo sufran, claro está.
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