¿Y si quedan 0-0?

LLevamos ya muchos días pendientes del que se está declarando prácticamente como el partido de la historia, y ahora a falta de un par de días el ritmo es frenético. La verdad es que no se recuerda cosa igual, con tantos frentes abiertos. Bueno miento, quizás tengamos un precedente que se pueda asimilar a toda la parafernalia que se ha montado con la llegada de Mourinho como técnico madridista al Camp Nou y fue, como todos recordaran, el partido del famoso cochinillo, cuando Luis Figo acaparaba toda la atención antes de los clásicos. Hay varios puntos de coincidencia entre ambos casos ya que los dos son portugueses y estuvieron primero por Can Barça antes de pasar al eterno rival, por lo que me pregunto ¿Coincidirá también el resultado de aquel partido con el que este? Para los que no lo recuerden, fue un pírrico 0-0 dónde el fútbol quedó en un segundo lugar.(sigue)

Distan mucho los equipos de ahora a los de entonces, con un Barça en plena renovación de un equipo plagado de holandeses y un Madrid galáctico con muchas lagunas, pero el clima es similar. La animadversión que provoca José Mourinho particularmente en Barcelona y la centralización sobre su persona a la cual se está llevando el encuentro, es sólo comparable con lo que se produjo en la vísperas de aquel 23 de Noviembre de hace ocho años con la figura de Luis Figo. Si a esta puesta en escena, le añadimos ese picante que se añade con Cristiano Ronaldo allá donde va, otro luso para más inri, puede que nos salga un cóctel que vuelva a dejar el fútbol en un segundo plano como ya vimos que ocurrió aquella vez.

Como aliciente para que esto no ocurra tenemos que ambos equipos llegan con las dos mejores plantillas de Europa probablemente, incluso diría que con difencia, cosa que en aquella época no ocurría. Mismamente Deportivo y Valencia quedaron por encima de los dos grandes en la última liga(2001-2002), cosa que ahora se antoja imposible. Y por encima de los conjuntos, hay que destacar a sus dos estrellas, que ahora mismo están varios pasos por encima del resto, con un nivel goleador que es difícil de recordar, más aún sin ser delanteros centros natos. Messi y Cristiano han alcanzado tal nivel que parece complicado que se pasen los 90 minutos de partido sin lograr perforar la portería contraria alguno de los dos. Confiemos en ellos y en el fútbol mejor que en todo este entramado mediático que se está montado, que a día de hoy me provoca que si tuviese que apostar lo haría al 0-0, mal que me pese que se diera. Pero si se da, esperemos que luego cada cual aguante su vela.